Como en la película de Berlanga, Sobrarbe Sur se enfrenta a la posibilidad de que los abultados presupuestos del Gobierno de Aragón pasen de largo por la zona.
Son los presupuestos del Mecanismo de Recuperación y de la Resilencia (MRR) uno de cuyos objetivos era la lucha contra la despoblación, suponen un 11 % más que el año anterior por las ayudas europeas y pone el acento en el impulso económico y el reequilibrio territorial.
Pero en esta zona, con 0,6 habitantes por Km2, sin capacidad de regeneración demográfica, pero a su vez con claras opciones de desarrollo y que reúne buena parte de las condiciones para lo que son diseñados los fondos europeos, aquí “el Sr Marsall”, parece que pasa de largo.
Una de nuestras carrascas fue elegida árbol de Europa en el 21, llegaron felicitaciones y deseos de progreso desde la Monarquía hasta las primeras autoridades autonómicas. Agasajamos la visita del Consejero de agricultura con la llegad del premio. Y lo mismo con el Director del Medio Natural en el primer aniversario. Ambos trajeron esperanza y compromisos pero a día de hoy nada significativo ha llegado casi tres años después.
Recientemente la Alcaldesa anunciaba una partida de 200. 000 euros del Director General de Medio natural para arrancar un centro de visitantes, pero en los presupuesto de la comunidad, de momento nada se vislumbra.
Por eso, desde esta Asociación hemos pedido al Sr Bayona, que esa partida venga con nombre asignado como vienen otras, pues esa es la garantía de su destino final. Porque de lo contrario, como ya ha ocurrido en otras ocasiones con esta Dirección General, el compromiso se queda en palabras.
El municipio de Bárcabo está en riesgo real de desaparición demográfica pero vemos pasar oportunidades que la debilidad social hace imposibles el aprovecharlas. Y por ello se pide apoyos puntuales y urgentes, con la esperanza de que se pueda revertir la situación social y que este territorio, con sus posibilidades, vuelva a tener fuerza propia y pueda ser el eje vertebrador y potenciador que una Alquezar y Ainsa. De lo contrario, el futuro será un desierto demográfico que las separará. Este territorio quiere y puede vivir, pero en este momento necesita ayuda. Y Sobrarbe lo necesita.